La conducción eficiente no solo implica llegar de un punto A a un punto B, sino hacerlo de manera segura, económica y respetuosa con el medio ambiente. Es un estilo de conducción basado en una serie de nuevas y sencillas técnicas, cuya aplicación conlleva en general ahorros de carburante, reducción de las emisiones de CO2, reducción de contaminación ambiental y acústica, aumento del confort en el vehículo y ahorro en costos de mantenimiento del vehículo.
Para lograrlo, es fundamental dominar ciertas técnicas y hábitos que nos permitan optimizar nuestro desempeño al volante.
A continuación, te presentamos las 10 claves principales que te ayudarán a convertirte en un conductor eficiente:
Iniciar el motor sin pisar el acelerador es el primer paso hacia una conducción eficiente. Para motores de nafta, arranca y comienza la marcha de inmediato, mientras que en los motores gasoleros es recomendable esperar unos segundos antes de arrancar.
Utiliza la primera marcha sólo para iniciar la marcha y cambia a segunda después de aproximadamente 2 segundos o 6 metros.
Ajusta la colocación de los cambios según las revoluciones del motor. En motores de nafta, coloca el cambio entre 2.000 y 2.500 r/min, y en motores gasoleros entre 1.500 y 2.000 r/min. Acelera después de realizar el cambio.
Circular en los cambios más largos y a bajas revoluciones ayuda a reducir el consumo de combustible. Es preferible pisar más el acelerador en marchas largas que menos en marchas cortas.
Mantén una velocidad uniforme para buscar fluidez en la circulación, evitando frenazos y aceleraciones innecesarias. Recuerda que el consumo de combustible aumenta con la velocidad.
Levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo con el cambio engranado. Frena suavemente y baja el cambio lo más tarde posible, especialmente en bajadas.
Si es posible, detén el coche sin bajar el cambio para optimizar el consumo de combustible.
En paradas prolongadas, apaga el motor para ahorrar combustible y reducir emisiones.
Conduce con una adecuada distancia de seguridad y anticipa las maniobras al detectar obstáculos o reducciones de velocidad en la vía.
Siempre prioriza la seguridad vial. Si bien las reglas de conducción eficiente contribuyen a aumentar la seguridad, es importante adaptarse a situaciones específicas para garantizar una conducción segura en todo momento.
Al implementar estas claves en tu conducción diaria, no solo mejorarás tu eficiencia al volante, sino que también contribuirás a reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2, promoviendo así una conducción más sostenible y responsable. ¡Conviértete en un conductor eficiente y marca la diferencia en la carretera!